El reputado barman argentino se incorpora a la familia de Mixing Masters de Schweppes, un equipo de embajadores de lujo formado también por Diego Cabrera, Nagore Arregui, Borja Cortina, Alberto Pizarro y Marc Álvarez.
Genuino y con un punto gamberro, Colo lleva más de 20 años detrás de una barra; actualmente es barman ejecutivo de Casanis Group (Marbella, Málaga), enfocado a una coctelería de lujo, elegante y minimalista.
El bartender ‘Colo’ (de colorado, ya que es pelirrojo) Linari –nacido en Coronel Brandsen, provincia de Buenos Aires, hace 38 años– acaba de fichar como nuevo Mixing Master de Schweppes. Se suma así a un dream team de embajadores de la marca del que actualmente forman parte algunos de los mejores cocteleros del país: Diego Cabrera, Nagore Arregui, Borja Cortina, Alberto Pizarro y Marc Álvarez.
Pese a su juventud, Linari puede presumir de llevar más de 20 años detrás de una barra; de ellos, 18 en España. Comenzó a preparar sus primeros cócteles con apenas 16 años, mientras viajaba por Argentina, Uruguay y Guatemala. Llegó a España cuando cumplió 21 y completó su formación con el Máster en Coctelería y Mixología del CETT (Universidad de Barcelona). Lleva cuatro años oficiando como barman ejecutivo de Casanis Group en Marbella (Málaga), detrás de cada apertura del grupo y liderando un grupo de profesionales con los que busca una coctelería de lujo con estilo elegante y minimalista. Dentro del equipo de Mixing Master de Schweppes, aportará esta visión de la coctelería: una apuesta por el back to basics y el ‘menos es más’ en la que combinados como el gin tonic, por ejemplo, piden «minimalismo, elegancia y sencillez en cuanto a la preparación: piel de limón, naranja o pomelo y buen hielo». Linari se une a la familia Schweppes con creaciones que despiertan emociones, sentimientos y, sobre todo, que ayudan a exprimir y saborear el tiempo. Una filosofía en línea con la de la marca líder en tónicas, firme defensora de un consumidor consciente, que apuesta por instantes de calidad y por la sobremesa como el momento de disfrute por antonomasia en el que el reloj se detiene para compartir, reír, conversar y relajarse.
EL COCTELERO ‘MÁS GAMBERRO’ DE LA FAMILIA SCHWEPPES
Perteneciente a una gran familia compuesta por siete hermanos, Linari rápidamente se percató de que para costearse sus caprichos tenía que trabajar. Unos amigos de su hermano mayor abrieron un local en el pueblo y le ofrecieron a Linari la primera oportunidad; comenzó en la cocina, pero pronto vio que su lugar estaba entre las personas tras la barra: «Ellos trataban con el público y cada noche hacían tremendamente felices a los clientes. No tenía la edad legal para tomar alcohol, pero a mí me llamaba muchísimo la atención la atmósfera mágica que se creaba». Así, con apenas 16 años, comenzó a hacer sus primeros mojitos, daiquiris o gintonics. Tras trabajar en distintos puntos de Argentina, Uruguay y Guatemala, Linari dio el salto a España. Con 21 años, se instaló en Andalucía –a la que considera su tierra–, concretamente en Marbella (Málaga), donde trabajó durante cinco años en la cadena hotelera Marriott.
Tras dos años residiendo en Barcelona, donde cursó el Máster en Coctelería y Mixología del CETT, centro afiliado a la Universidad de Barcelona; además cuenta con la titulación WSET del Nivel 2, certificación internacional de gran prestigio, recibió la llamada de Casanis, con varios establecimientos en la provincia de Málaga, grupo hostelero que ha marcado su trayectoria profesional más reciente. Primero de manera eventual, a modo de consultor. Más tarde le ofrecieron ser el barman ejecutivo de Casanis Group. En esta posición lleva cuatro años al frente de las barras, detrás de cada apertura del grupo y liderando un grupo de profesionales que, en temporada alta, puede alcanzar las 40 personas; Colo los selecciona, asesora, apoya y forma para asegurarse que el sello de la casa y, por ende, el suyo propio, quede reflejado a la perfección en cada cóctel.
De espíritu inquieto y curioso, como barman se define como versátil, ya que se adapta rápidamente al escenario y el tipo de público a conquistar –aunque siempre vinculado al sector del lujo, Linari ha trabajado en restaurantes, hoteles, locales para extranjeros, etc.–. Es elegante, minimalista –para él, menos es más– y muy detallista –tiene en cuenta desde el diseño de la vajilla hasta el tacto de cada copa–. Concibe la barra como una gran puesta en escena: cada noche se pone el uniforme y se convierte en un mago que trata de hacer feliz a todo aquel que se acerca hasta él en busca de un trago con el que soñar despierto.
Linari se declara voraz lector de libros de coctelería –tiene una amplia colección–,que fueron fundamentales en sus inicios. Para él, la formación es el pilar básico de todo coctelero, algo que sigue a rajatabla, ya que se apunta a todas las masterclasses y cursos de mixología que se cruzan en su camino. Entre sus últimos logros destaca el Premio Spirit Essence 2022 –campeonato de coctelería por equipos–, representando a Andalucía.