Se acercan también las fiestas de Navidad, los encuentros con los seres queridos y las celebraciones. En estas fechas donde impera el frío, apetecen vinos que inviten al disfrute, nos reconforten y nos aporten sensaciones cálidas y agradables.
La versatilidad de los vinos de Jerez hacen que siempre exista una tipología de vino ideal para cada plato. Y por supuesto, también, para cada época del año.
Solo 3 variedades de uva son suficientes para elaborar todo un abanico de posibilidades enológicas que hacen que nuestros vinos sean únicos en el mundo. Y tan solo una, la Palomino Fino, para elaborar estilos de vinos diferentes desde la Manzanilla – fresca, joven y ligera – hasta el Oloroso – complejo, aromático y con más cuerpo. Comenzando el mes de diciembre, hoy queremos recomendarte 3 deliciosos estilos de vinos de la Denominación de Origen Jerez, llenos de personalidad e ideales para acompañarte en estos momentos tan especiales:
El Amontillado y sus mil caras
Quizás por su combinación de crianzas, el amontillado es el más sorprendente de los Vinos de Jerez. Su prolongada crianza biológica (que durante años le aporta las propiedades características del velo de flor) hasta que la levadura comienza a desaparecer para iniciar una nueva etapa de crianza (en este caso oxidativa) lo convierten en un vino sorprendente, lleno de matices y uno de los preferidos por los #sherrylovers. Un vino que ya fuera protagonista en obras como el ‘Barril de Amontillado’ de Edgar Allan Poe de mediados del siglo XIX. Pero también actual y muy versátil, capaz de elevar todos los platos de un menú potenciando los sabores, desde los entrantes hasta el postre.
El Palo Cortado y sus misterios
Muchas historias se cuentan a la hora de intentar desvelar los misterios que guarda el proceso de elaboración del Palo Cortado.
Un enigma que conjuga la delicadeza aromática del amontillado y la corpulencia en el paladar de un oloroso. Complejo por su variedad de matices y sofisticado por su potencial en la mesa, capaz de crear deliciosas armonías con platos muy dispares como quesos curados, carnes gelatinosas o incluso el dulzor de los postres. Una auténtica joya enológica que invita a la meditación y a las conversaciones profundas en los momentos de encuentro.
La personalidad del Oloroso
Su propio nombre lo indica: el oloroso es el más fragante de los Vinos de Jerez. Su envejecimiento exclusivo mediante crianza oxidativa le otorga un delicioso perfume que sorprende en boca por tratarse de un vino seco, suave y aterciopelado.
Sus agradables notas balsámicas y su nivel alcohólico, fruto de su prolongada vejez y concentración, está perfectamente equilibrado con el resto de matices. Como resultado, el oloroso es un vino complejo y con cuerpo capaz de aportar una sensación de calidez con cada sorbo, especialmente agradable en estas fechas en las que las temperaturas son más bajas.
Además, es un vino sabroso y muy estructurado que resultan grandes potenciadores de platos como guisos concentrados típicos de estas fechas o carnes de caza.