Su carta suma platos de la chef Charo Carmona (Arte de Cozina) y de la pastelera de Bardal (2 Estrellas Michelin) Nini Rivera, y reconoce a un elenco de mujeres clave en el sector
El restaurante Matiz de Málaga pone el foco sobre las mujeres singulares de la gastronomía malagueña y lo hace de dos maneras. Por un lado, suma nuevos platos Signature elaborados por dos figuras femeninas de la restauración actual: la chef Charo Carmona (Arte de Cozina, Antequera) y la chef y pastelera Nini Rivera (Bardal, Ronda -2 estrellas Michelin).
En paralelo, Matiz -situado en el hotel Molina Lario frente a la catedral de Málaga- ha logrado aglutinar a un elenco de mujeres de referencia en el sector cuyos productos están incorporados al establecimiento en forma de ingredientes, vajilla o bodega.
“Quien venga a Matiz descubrirá el trabajo de nuestras mejores proveedoras locales, todas ellas mujeres de Málaga cuya dedicación, entrega y trayectoria las convierte en ejemplo de excelencia en la gastronomía”, explica Myriam Ortiz, directora del hotel Molina Lario. Son Marta Suárez (Bodegas Quitapenas), Clara Verheij (Bodegas Bentomiz), Julia Losantos (Bodegas Doña Felisa), Chelo Gámez, (Dehesa de los Monteros), Miriam Gálvez (Caprisur-chivo lechal malagueño) y la ceramista María
Monasterio cuya vajilla distingue la sala y supone una apuesta por el talento autóctono.
Desde el plano divulgativo, la iniciativa Mujeres Singulares en la gastronomía malagueña cuenta con el apoyo de Esperanza Peláez, periodista y fundadora del Club Gastronómico Kilómetro Cero. Molina Lario ha acogido además la presentación del libro “Jefas” con Luana Faíllo (fotografía gastronómica) y Alba García, en línea con el propósito de apoyar el papel femenino en la restauración española.
La fuerza de las elaboradoras locales se suma a la tradición y la modernidad de Charo Carmona y Nini Rivera. Sus creaciones Signature se podrán disfrutar hasta final de año en Matiz y son tan sorprendentes como La Porra blanca (Charo Carmona) y la Pastilla de helado de pomelo y vodka con piel de pomelo escarchada (Nini Rivera).
Matiz se define por una cocina de profunda raíz malagueña ejecutada con diferentes “matices” por el chef Pablo Molina. Platos como la Oblea crujiente con tartar de atún rojo, las Croquetas de presa ibérica Dehesa de los Monteros con emulsión de manzana verde, los Buñuelos de feria con queso de cabra de Ronda; así como los Raviolis de vieiras y gambas con salsa holandesa de albahaca y caviar de Riofrío, o el Canelón de chivo malagueño gratinado, son ejemplos que identifican al restaurante y lo convierten en referencia gastronómica en Málaga.
Con el maître y sumiller Hugo García haciendo tándem con el chef, Matiz ofrece una experiencia foodie inolvidable en pleno centro. Su cocina evoluciona constantemente convirtiendo el espacio en restaurante y coctelería. Los cócteles –para antes y después de comer o cenar- son ejemplo de creatividad, innovación y elementos sorpresivos. Los aperitivos y las sobremesas son un desfile de coloridos combinados con y sin alcohol, que se engloban en una experiencia que prepara el paladar y
completa la oferta gastronómica en un ambiente distendido y propicio para compartir.
Matiz es sede de múltiples actividades culturales como festivales de música, actuaciones de grupos locales -cada viernes noche ofrece música de jazz en directo- desfiles de moda y degustaciones gastronómicas gracias a sus diferentes espacios: la terraza de la calle Bolsa, el salón interior y el patio.
Nota: Foto de portada (Apertivos Matiz: Crema de Chirivias con quisquillas, Tartaleta de boquerones, Panipuri, Croqueta)
