Una elaboración de 2.855 botellas que sólo ve la luz en añadas excepcionales
Finca las Comas, el único verdejo parcelario de Bodegas José Pariente, vuelve a estar disponible después de varios meses sin stock. 2.855 botellas que sólo consiguen ver la luz en añadas excepcionales y que estarán a la venta el próximo mes de junio. Una elaboración exclusiva que tiene su origen en una parcela centenaria de 2,43 hectáreas de plantación tradicional en vaso, ubicada en el término de Rueda, lo que convierte a este verdejo en la expresión más sublime de la variedad autóctona de la zona, dando como resultado un fiel retrato del terruño.
Para elaborar esta exquisitez, se realiza una selección uva por uva en bodega, seguida de una fermentación y crianza de 12 meses sobre sus propias lías, en fudre de roble de 2250 litros. A parte de esto, el vino reposa otros 12 meses en botella. Lo que supone una crianza total de dos años.
“Lo más destacable de este vino es su elegancia y su capacidad de guarda. Estamos acostumbrados a vinos blancos más inmediatos y Finca Las Comas es un vino que va sorprendiendo, no sólo con el paso del tiempo embotellado sino con el paso del tiempo de la botella abierta. La crianza de un año en fudre de roble más otro año en botella, hace que el vino evolucione de manera extraordinaria una vez abierto”-apunta Martina Prieto Pariente, directora técnica de esta bodega familiar.
La nueva añada de Finca Las Comas viene marcada por la climatología del 2021 que contó con un invierno frío, lluvioso y con algunas precipitaciones en forma de nieve, además de unas temperaturas estivales más bajas de lo habitual, algo que se ha traducido en intensidad y nitidez aromática, frescura de la fruta, especialmente cítricos, y carácter balsámico, tanto en aromas anisados como mentolados. Sutileza, elegancia y volumen.
Vino de finca que Bodegas José Pariente comercializó, por primera vez, en el año 2019 y que, a pesar de su corta trayectoria, ha obtenido extraordinarias puntuaciones. Los 96 Puntos otorgados por la Guía Proensa, los 95 por la Guía Peñín y los 93 de Robert Parker, lo han consolidado como un representante excepcional de los grandes verdejos de guarda.
